Todo se reduce a ser el mejor malabarista del código HTML del barrio. Estudiaste en las mejores selvas, tus músculos se volvieron roble en el desierto, el hígado ahora rebota a trompicones por tus tripas gracias a las eternas noches de la sed.
Pestañas quemadas y el asiento calentito, acaparando cátodos. Tirás la cadena, el agua se vuelve remolino en sentido horario. Glucosa. No sé quién te dijo que tenías que ponerte a escribir la nota rosa en tu perfil.
Todos esos días desgranando aortas tienen validez únicamente en el parlante solitario. Una lista de supermercado contiene un desodorante, medio kilo de pan y té. Del común.
Cuerdas, gargantas, cables. Tu vida está siendo sistemáticamente procesada. La tuya y la mía. No tenemos escapatoria. ¿Cristian U o el Bosco? ¿La doctrina del shock o la impaciencia del timbre? ¿Los mismos putos dibujos de siempre o tu forma de querer? Una zapatilla frente al ladrillo. Dejá de sentir que todo está bien.
Pestañas quemadas y el asiento calentito, acaparando cátodos. Tirás la cadena, el agua se vuelve remolino en sentido horario. Glucosa. No sé quién te dijo que tenías que ponerte a escribir la nota rosa en tu perfil.
Todos esos días desgranando aortas tienen validez únicamente en el parlante solitario. Una lista de supermercado contiene un desodorante, medio kilo de pan y té. Del común.
Cuerdas, gargantas, cables. Tu vida está siendo sistemáticamente procesada. La tuya y la mía. No tenemos escapatoria. ¿Cristian U o el Bosco? ¿La doctrina del shock o la impaciencia del timbre? ¿Los mismos putos dibujos de siempre o tu forma de querer? Una zapatilla frente al ladrillo. Dejá de sentir que todo está bien.
Fijate que tenés puesto un pañal.
Morite.
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