1.1.11

El viento corre por mi casa juntando mugre en los rincones. Los nenes vecinos se muelen a trompadas. Tomo mate. Pienso. Es un sábado como cualquier otro.

Anoche veía por la tele a la gente abrazándose, besándose, babeándose de la risa. Mi gato estaba totalmente cagado en las patas. Luego fueron 15 minutos ininterrumpidos de explosiones. Más tarde me quedé dormido.

Prometí no escribir sensaciones personales en este blog. Y acá estoy, procurando seguir pensando. Tábula rasa. 1111.

Pero bué, el ombliguismo se impone: 2010 ha sido un año duro. Insomnio, peleas, idas y vueltas. Destornilladores, rollos de papel de cocina, gente mostrando un perfil asombroso. Terminó de manera tibia y de varias formas, sin embargo: mi propio lugar finalmente cobra forma, ya no siento tanto calor y supongo que hoy puedo decir que estoy recibido de super-profesional best-sellerista pero, irónicamente, sin lugar donde publicar en Argentina. Ojo, no me quejo ni mucho menos. Es lo que hay, muchachos. Mis agradecimientos (absolutamente sinceros y sin ambigüedades) a quienes corresponda. ¡Volveré en forma de fichas!

Bueno, ya no hablemos de laburo. Este es el post sin sentido de la semana. Del mes. Del año. Ya mañana cambiaremos y subiremos un chorizo. Tengo ganas de fumarme un pucho pero me doy cuenta que apagué uno hace cinco minutos. Lo devuelvo a su atado.

Bueno, que esto sirva de algo, a ver: es probable que me quede sin Internet por unos días. Justo ahora que volvimos a postear casi diariamente. Además del consabido 1111, hay que destacar que el primer mes de Unabomber ha pasado. No somos nada, la puta que la parió. Con los infaltables cuelgues que nos caracterizan, con cortes de luz en el medio de un post sin guardar y con cervezas vencidas en los rincones de los mataderos, el blog menos interesante del mundo sigue su curso, al menos de momento. ¡Pobre mamita querida!

Lo bueno del asunto durante este mes que pasó es que este coso totalmente inservible nos ha servido para ir probando ciertas huevadas aún más inservibles. De todas maneras, hay cosas que las podemos dar por hechas desde ya.

Es un hecho: estamos re-pensando el #1 del webzine de Unabomber. O sea, ése es el motivo principal porque arrancamos esto, después de todo. Va a ser gratuito, descargable y de momento a-periódico. Ok, si todavía tu cerebro sólo acepta garrapiñada insertada por la nariz y no sabés qué es un webzine, es simple: son libritos digitales que los podés leer en tu pc sin necesidad de estar conectado ni nada. Te los bajás, los leés y a los siete días te morís como una puta rata.

Es un hecho: voy a resucitar algo que hacía en otro blog, que es subir compilados de la música de la que vamos hablando, recomendando o simplemente degustando. O sea, aquellas canciones que sean necesarias escuchar mientras armamos bombas con trotil o empanadas árabes caseras.

Es un hecho: estamos finiquitando el primer capítulo del webcomic que va a salir por acá. Aún estamos en veremos si la subida va a ser semanal, de a una o dos páginas por vez, o si va a ser subida toda junta mensualmente, pero bué (pueden opinar si prefieren una cosa u otra). Ya vamos a agitar las cosas un poco mejor ya que por el momento estamos acumulando más material para no retrasarnos y garantizar un update sin cuelgues ni pelotudeces de esa clase, pero de más está decir que es lo que vamos a laburar a lo largo de todo el 2011. Entre las cosas ya habituales, como decirte que tenés una cara de mono que apesta a formol o subir fotos pelotudas y cachondas.

Es un hecho: no hay que tomar nafta porque hace mal.

Por lo demás, si de repente viene un tarambana con micrófono en mano y me pregunta el clásico balance mongoloide de este año, supongo que sin pensar ni decidir nada voy a decirle que este fue un buen año, a pesar de todo. Y sí, a pregunta pelotuda, respuesta pelotuda, la ecuación es simple. Algunas cosas estuvieron bien, otras más o menos, otras demasiado mal. Lo único que hay que destacar es: Ludovica tenía razón.

No hay piedad. No hay amor. No hay nada. El fuego es el mensaje.
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