12.-
es como una cagadera ruidosa en el medio de la noche
tu mirada, digo
ese tic que el otro día casi me lo pierdo
antes que cerraras la puerta
antes que fueras a buscar más pastillas
es como un supermercado prendido fuego
con todas esas latitas de arvejas volviéndose guiso
y tu consuelo es tan obtuso
que no sirve ni para pagar esa cerveza
tu paja es mi paja, según dicen
el soliloquio te deprime, de acuerdo a tu olor
las horas pasan, se hunden los bancos de sangre
y sin embargo alquilás películas con explosiones
¿qué otra cosa podés hacer?
es fácil cargar con la cruz
ésa
la digitalizada en la pantalla de tu retina
y es fácil mentirle al tiempo
sólo un poco
sólo bastante
lo suficiente
como para explotar nuestras encías en la trasnoche
mientras tanto tus pezones como joysticks de playstation
dentro del color azul del fondo de la escena
tapan tus granos
tu grasa, tu asco
entonces la histeria transmuta en salvadora
como tu consuelo
y ahí es cuando llorás puteando a todo el panteón
y sin embargo alquilás películas con explosiones
tan necesitada de sopa que cualquier cuchara te sorprende
esquirlas vendadas con la piel de todos los gordos
mate lavado
y los dientes del galán perfecto
despertando a los triunviratos de siempre
la violación, el aborto, la carne mustia adosada al algodón
el gemido, la aguja de tejer, el olor a baño de carnicero
el ronroneo de la cama, la obra social del desamparo, el paladar acumulando ácido
la paciencia, la espera, la pared
la atrocidad, la catatonia y el discurrir
y sin embargo alquilás películas con explosiones
el tintineo de las llaves al caerse
el ahogo de ver entrar a alguien
y saber
que soy yo.
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