El atado de puchos me vino con un cigarrillo al revés. Tengo mugre
adosada en el monitor. Hace calor. Hoy es el cumpleaños de un amigo.
Miro el número de un celular al que es imposible comunicarse. Cajas de
fósforo. Cajas de ruido. Tadeo El Apocrifo dice: "déjalos, ben-hur,
déjalos que ya verás cómo explotan en el medio de la vereda".
Tadeo El Apócrifo es mi amigo imaginario. El otro día estábamos tomando cervezas y me preguntó: "¿No tenés ganas de escribir un blog de vuelta? ¿No extrañás el hecho de pelotudear haciéndote el ombliguista?". Le recordé mi anterior experiencia bloggera. Tadeo rió socarronamente. "Bueno", agregó, "qué querés que te diga. Es hora de volver". Yo le hago caso a mi amigo Tadeo porque definitivamente él es el que tiene los pantalones en esta casa.
Entonces se supone que esto es un blog. O sea, que nos veremos obligados a bloggear. O sea, que nos veremos obligados a romperte las pelotas. O sea, todo lo que ven tus ojos acá está destinado a producirse prolapso.
Bienvenidos. Mi nombre es Renzo y dejo oficialmente inaugurado el blog de Unabomber.
Unabomber empezó queriendo ser una revista. Después viró en cuaderno de notas. Después se convirtió en un manifiesto perpendicular acerca del terrorismo mental. Más tarde quiso ser granada de mano, pero no llegaba a ser ni Chasqui-Búm. Luego volvió a ser revista. Hoy supongo que no es nada y es todo al mismo tiempo.
Este blog de lo dedico a mi mamá que me está mirando. ¡Mamá, soy famoso!
2 comentarios:
A "CULIAU!" le gusta est...
Que? No estoy mas en Feisbuk? Sali? REALMENTE SALI?
Woa... ya era hora que volviese a Bloggear, sucio haragán.
Saludos!
Hell yeah! Vamos a patear un par de cabecitas!
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